Dentro de los sistemas de climatización actuales, uno de los más usados en la construcción de nuevos edificios y viviendas es el sistema de suelo radiante eléctrico. Este sistema cuenta con distintos modelos, entre los que se encuentran el suelo radiante por agua y el suelo radiante eléctrico.

Este tipo de calefacción de baja temperatura basa su funcionamiento en la integración debajo del suelo de un elemento calefactor que cubra toda la estancia, lo que permite una eficiente distribución de la temperatura de manera uniforme por irradiación que durará varias horas después incluso de haber desconectado la instalación.

El calor irradiado desde el suelo incide en las paredes, techo y muebles, aumentando su temperatura y logrando que la temperatura ambiental se perciba cálida y agradable, pudiendo ser controlado su funcionamiento mediante un termostato de ambiente.

Una de las ventajas de este sistema es la capacidad para sectorizar y dividir su funcionamiento, permitiendo activar la calefacción de aquellas estancias en que se desee en cada momento sin tener que encender la calefacción de todo el hogar.

El suelo radiante eléctrico es uno de los sistemas más eficientes que existen, ya que la forma en que se irradia el calor desde el suelo permite que la temperatura ambiente resulte cálida y confortante a una temperatura más baja de lo necesario en sistemas tradicionales como los basados en gas natural.

Además, la distribución uniforme del calor por la estancia evita puntos de calor y zonas atemperadas, una de las principales desventajas que se observan habitualmente en los sistemas más tradicionales basados en el uso de radiadores.

El sistema de suelo radiante eléctrico cuenta con un sinfín de ventajas, entre las que destaca su mejora de la calidad del aire, ya que no existe convección de aire y por lo tanto, no se dan corrientes de partículas de polvo, a la vez que el ambiente no se reseca.

Otra de las ventajas de este sistema de climatización es la ausencia de radiadores, aparatos y tubos, así como calderas, lo que implica una estancia con un espacio habitable mejor aprovechado y una sensación de amplitud mayor.

Se trata de un sistema silencioso, que distribuye la temperatura de manera uniforme y desde el suelo hacia arriba, siendo mucho más agradable y evitando las jaquecas, dolores de cabeza y sensación de agobio atribuidas a otros sistemas que usan radiadores, ya que la temperatura en altura es inferior que la del suelo.

El sistema de climatización basado en el suelo radiante eléctrico es un sistema de alta seguridad, ya que incluye limitadores de temperatura controlados por termostatos y una instalación con toma de tierra y diferencial, evitando los riesgos asociados a instalaciones basadas en calderas de gas.